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No he venido ha traer paz

No penséis que he venido para traer paz en la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.

Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.

Y los enemigos del hombre serán los de su casa. MattitYah 10:34-36-(Luc 12:51-53)

 

Yeshua inicia esta sección con una expresión designada a sorprender a los oyentes y obtener su atención. Los discípulos estaban acostumbrados a oír un énfasis pronunciado sobre la paz en las enseñanzas de Yeshua:

Mat 5:9 "Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.

 

Mat 10:13 "Y si la casa es digna, que su saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que su saludo de paz se vuelva a ustedes.

 

Mar 9:50 "La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y estén en paz los unos con los otros."

 

Tambien tenemos las profecías que hablaban de un reino de paz (YeshaYah 9:6; ZajarYah. 9:10, etc.) que el Mesías establecería.

 

Y es por esto que estas palabras del Mesias han traido confusion algunos mesianicos que hoy rechazan a Yeshua como el Mesias diciendo que el no era el Mesias esperado por Israel, ya que trajo espada.

 

Analicemos el texto dentro de su contexto para poder entender estas palabras, que pareciera a simple vista que el Mesias realmente no trajo paz.

Una lectura on poco mas profunda no dara la respuesta a que se refiere el mesias con traer espada y no paz.

El v. 34 dice en efecto, Ni comencéis a pensar que he venido para traer paz a la tierra...

Es la prohibición de comenzar una acción. Luego repite el concepto con una afirmación negativa: No he venido para traer paz... Era tan sorprendente que tuvo que repetirlo, a fin de que los discípulos no pensasen que habían oído mal. ¡Qué sorpresa! ¡Qué contradicción a las enseñanzas anteriores! Más sorpresa todavía, cuando agrega que había venido para echar espada en la tierra. La espada es lo opuesto a la paz. Luego explica lo que quiso decir con no traer paz, sino espada, a la tierra (vv. 35, 36).

 

Los profetas dicen que el Mesías iniciará una era de paz mundial durante la cual "el lobo habitará con el cordero" y las naciones convertirán sus espadas en arados. "La nación no alzará espada contra nación, y nunca más aprenderán guerra" (YeshYah 2: 4). Por lo tanto, los discípulos podrían haber esperado razonablemente que el Mesías viniera a entregar paz a la tierra. Incluso los ángeles que anunciaron su nacimiento declararon "¡en la tierra paz entre los hombres!" (Luqa 2:14). Si la nación hubiera prestado atención a las buenas nuevas del reino y se hubiese arrepentido bajo las enseñanzas de Yeshua, seguramente Él habría introducido en esa era de paz.
Los mismos profetas que hablaron sobre la era venidera de la paz, sin embargo, también predijeron un tiempo de problemas, conflictos, tribulaciones y guerras que precedería el advenimiento del reino. Zacarías dice que, en ese día, todas las naciones se juntarán contra Jerusalén para hacer la guerra contra el pueblo santo y la ciudad santa. Nuestro Maestro aludió al exilio y las guerras del Mesías que preceden a la Era Mesiánica cuando les dijo a Sus discípulos: "No crean que vine a traer la paz a la tierra; No vine a traer paz, sino espada ".
En las Escrituras, la palabra "espada" es común para la violencia o la destrucción. Esto es especialmente común en contraste con la paz (shalom). Levítico describe las promesas de la fidelidad del pacto al decir: "Daré paz en la tierra ... y no pasará espada por tu tierra" (Vayikra 26: 6). En otras palabras, la tierra no experimentará violencia y destrucción.

 

Los profetas hablaron de una temporada de refinamiento y juicio que debe caer sobre Israel en el momento de la venida del Mesías. Por ejemplo, Malaquías dice: "¿Quién puede soportar el día de su venida? ¿Y quién puede pararse cuando aparece? Porque Él es como el fuego de un refinador y como el jabón de los lavadores. Él se sentará como un fundidor y purificador de plata "(3: 2-3).

 

Cuando el profeta YermiYah fue advertido acerca de la destrucción de Yerushalayim, él respondió: "¡Ah, Adonai Elohim! Seguramente has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: "Tendrás paz"; mientras que una espada toca la garganta "(YermiYah 4:10 NASB). Aquí, la "espada" que YermiYah contrasta con la paz es la próxima destrucción de la ciudad.
 

Por otro lado recordemos lo que dijo Shimon, un Tsadik y Jasid

Shimón los bendijo, y dijo a Su madre Miríam: "Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones." (Luqa 2:34, 35)

 

Y esto es lo que precisamente ocurriria años despues. Las palabras del Maestro citan una profecía importante de Miqueas:
Porque el hijo trata con desprecio al padre, la hija se levanta contra su madre, la nuera contra su suegra; los enemigos de un hombre son los hombres de su propia casa. (Miqua7: 6)

El rabino Yeshua interpretó esta profecía para predecir el colapso de la unidad familiar al final de los días, justo antes de la redención final.

Los rabinos y sabios en el Talmud también leen la misma profecía como una predicción acerca de la última generación antes del Mesías:
 

Se ha enseñado, dijo R. Nehemías: en la generación de la venida del Mesías aumentará el descaro, la estima se pervertirá, la vid dará su fruto, pero el vino será amado, y el Reino se convertirá a la herejía sin nadie que los reprenda. Esto apoya a R. Isaac, quien dijo: El hijo de David no vendrá hasta que el mundo entero se convierta a la creencia de los herejes. Dijo Raba: ¿Qué versículo[prueba esto]? todo se ha vuelto blanco: está limpio.

(T.B Sanhedrin 97a)

Se ha enseñado: R. Nehorai dijo: en la generación en que viene el Mesías, los jóvenes insultarán a los ancianos, y los ancianos se presentarán ante los jóvenes [para darles honor]; las hijas se levantarán contra sus madres, y las nueras contra sus suegras.

(T.B Sanhedrin 97a) (Miqua 7: 6)

 

Tras los pasos del mesías, la insolencia aumentará y el honor disminuirá; la vid dará su fruto [abundantemente] pero el vino será querido; el gobierno se convertirá en hereje y no habrá [para ofrecerles] reprobación; el lugar de encuentro [de los eruditos] se usará para la inmoralidad; Galilea será destruida, desolada, y los moradores de la frontera irán [mendigando] de un lugar a otro sin que nadie se apiade de ellos; la sabiduría de los sabios degenerará, los que temen al pecado serán despreciados, y la verdad faltará; los jóvenes avergonzarán a los ancianos, los viejos se levantarán en presencia de los jóvenes, un hijo maldecirá a su padre, una hija se levantará contra su madre, una nuera contra su suegra, y los enemigos de un hombre serán los miembros de su casa; la cara de la generación será como la cara de un perro, un hijo no se avergonzará ante su padre. Entonces, ¿en quién debemos confiar? Sobre nuestro padre que está en el cielo. (T.B.Sotah 49b) (Miqua 7: 6)

 

Ahora entendemos que cuando el Maestro dijo: "No piensen que vine a traer paz", Él no se estaba refiriendo a Su encarnación o su llegada del cielo. Ya que hay una diferencia fundamental entre la intención primaria de la misión de Yeshua y el resultado práctico de la misma. La intención primaria de Yeshua fue y es la paz entre el hombre y Hashem, y entre hombre y hombre. Hashem es el Elohim de paz (Rom. 15:33; 16:20). El mandó a su Hijo al mundo para traer paz (Luqa. 2:14). Yeshua se conoce como el Príncipe de paz (YeshaYah. 9:6); él anunció paz para los hombres; él es nuestra paz; él logró nuestra paz con Elohim en la cruz (Cor Bet. 5:19). Sin embargo, el resultado práctico de su venida al mundo, y de su venida al hogar, es a veces lo opuesto a su intención.

Yeshua sigue advirtiendo a sus discípulos del precio de ser sus discípulos. Cuando un miembro de una familia decide seguir al Mesias de Israel, dándole lealtad absoluta como él demanda, y si los demás miembros deciden no seguir a Yeshua, o no seguirle en ese nivel, inevitablemente se produce disensión o espada. Unos procuran seguir al Adon, y otros siguen a otros señores. Es como si una espada cayese sobre la familia: produce división conflicto guerra.

 

El Mesías finalmente traerá la paz a la tierra, pero primero, los pasos del Mesías no traen paz, sino una espada. ¡Esta no es solo la enseñanza de Yeshua como está registrada en la Besorah de MatitYah,sino también es la enseñanza del Talmud!

 

Moreh Avdiel Ben Immanuel

Comunidad Israelita Nazarena Beit Mishjah

 

 

 

 

 

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